Nos hacemos eco de la campaña coordinada por distintas colectivas e individualidades de diversos territorios «para señalar públicamente a lxs responsables directos de las 200 vidas que se quedan dentro de las cárceles cada año bajo la custodia y dominio del Estado. (…) Hemos buscado apoyo las unas en las otras para movilizarnos y hacer de altavoz de todo lo que nuestres compañeres preses tienen que explicar y denunciar. Agresiones, abusos, vejaciones, abandono, desatención médica y muerte son la realidad del día a día dentro de las cárceles. Instituciones penitenciarias y carcelerxs responsables directxs. Personal sanitario cómplice.»
Para el próximo domingo 23 de junio, en el marco de esta campaña, hay convocada una concentración y performance en Collado Villalba, en el Ágora de la Biblioteca Municipal Miguel Hernández. Además, después de la concentración habrá comedor vegano en La Tejedora, que se encuentra en la misma calle (C/ Batalla de Bailén, 17).
Tenéis toda la información de la campaña así como todas las convocatorias en la web que lxs compas han creado para la ocasión: https://desatencionymuertesprision.noblogs.org/
¡Abajo los muros!
Manifiesto y cartel de la convocatoria
JUNIO 2024. CAMPAÑA COORDINADA
“Qué está pasando tras los muros?»
Desatención médica y muertes en prisión
Desde diversos territorios nos hemos organizado para señalar públicamente a lxs responsables directos de las 200 vidas que se quedan dentro de las cárceles cada año bajo la custodia y dominio del estado. Distintas colectivas e individualidades hemos buscado apoyo las unas en las otras para movilizarnos y hacer de altavoz de todo lo que nuestres compañeres preses tienen que explicar y denunciar. Agresiones, abusos, vejaciones, abandono, desatención médica y muerte son la realidad del día a día dentro de las cárceles. Instituciones penitenciarias y carcelerxs responsables directxs. Personal sanitario cómplice.
Aquí fuera no queremos silenciar esta realidad y queremos mostrar nuestro apoyo a las personas que se encuentran detrás de los muros. Por eso hemos convocado una campaña estatal coordinada: “¿Qué está pasando tras los muros? Contra la desatención médica y las muertes en prisión”. Del 10 al 25 de Junio de 2024 saldrán a la luz de forma progresiva testimonios de compas presxs además de informaciones varias relacionadas con el tema. También habrá convocadas concentraciones y actos en diferentes territorios.
La dignidad hace referencia al valor inherente a cada ser (humano o no humano) por el simple hecho de serlo. No se trata de una cualidad otorgada por alguien sino intrínseco a la naturaleza del propio ser. Ni se compra, ni se vende. Tampoco se custodia. Dentro de prisión las personas son secuestradas por el estado y se les arranca su dignidad. Allí se tortura física y psicológicamente. Se traslada de forma arbitraria a las personas, desarraigándolas de cualquier entorno social y/o familiar; se utilizan las comunicaciones con el exterior como moneda de cambio en un juego de “premio-castigo”; se revisan cartas, llamadas o comunicados como medidas preventivas de seguridad; existe la explotación laboral y no hay derecho a tener un sindicato de apoyo (lxs carcelerxs sí); no se atienden las necesidades específicas de cada cuerpo; existe un régimen de aislamiento que se puede alargar en el tiempo durante años; no existe libertad de expresión ni de asociación; hay un estricto régimen de control temporal y de horarios y la comunicación con el exterior es tan reducida que lo que pasa aquí fuera está fuera del alcance de las personas que habitan dentro (y al revés). Se crea una brecha espacio-temporal que dificulta e impide la convivencia y la adaptación entre un “dentro-fuera”.
Si entramos a hablar de desatención médica a nuestres compañeres, afirmamos que hay asesinatos directos y asesinatos indirectos. Muertes directas como consecuencia de palizas y torturas por parte de carcelerxs armadxs y en manada en una encerrona contra un preso y con la complicidad médica de partes sanitarios falsificados negando las pruebas. Personas con enfermedades terminales como cáncer, esclerosis o parkinson que no son inmediatamente excarceladas como indica esa ley vigente suya a la que tanto les gusta acudir solo cuando les interesa. O compañeres que necesitan urgentemente salir al hospital por una sitomatología grave y no son derivades.
De forma indirecta la cárcel también mata cada día. Más de la mitad de los puestos de trabajo médico-sanitarios de instituciones penitenciarias están vacíos. Además, la administración niega el derecho de asegurar a las personas presas unas prestaciones médicas y sanitarias mínimas. Muchas veces no se da acceso a medicaciones que podrían salvar una vida o se administra a destajo ibuprofeno sin ajustarse a los requerimientos de la enfermedad. Personas sin dientes a las que no se les da una dieta adaptada a sus necesidades o compas con movilidad reducida a las que no se las acompaña para que puedan desplazarse al lavabo, visitas familiares o al patio. En relación a la salud mental, los servicios de acompañamiento y terapéutico son prácticamente inexistentes. Y ante tentativas de quitarse la vida, nos explican que las consecuencias son el castigo a aislamiento y la retirada de todas las pertenencias hasta nuevo aviso. En el mejor de los casos, baja la psicóloga una semana más tarde y le comenta al chico que debería empezar sesiones de yoga. El riesgo a desarrollar un trastorno mental es 16 veces mayor en prisión que en la calle.
La mortalidad por sobredosis, muerte súbita o suicidio dentro de las cárceles es mucho más elevada que fuera. El Estado Español es el cuarto país de Europa con más suicidios en sus prisiones; el riesgo de suicidio en la cárcel se multiplica por 8 respecto a la vida “libre”. En 2020, 62 personas se quitaron la vida mientras estaban privadas de libertad.
Se proporciona a las personas presas psicotrópicos aditivos legales sin apenas control médico, herramienta infalible para obtener una población reclusa relajada, adormecida y enganchada.
Se suministra metadona sin necesidad y se sabe de casos de muertes por sobredosis habiendo sido administrada por los propios servicios médicos carcelarios.
Abundan los fallecimientos de compas en extrañas y dudosas circunstancias, nunca esclarecidas.
Enviamos especialmente todo nuestro amor al compañero Pedro Escudero a quien, el 15 de mayo de 2019, dejaron morir ardiendo en su celda en la cárcel de Teixeiro a la espera de juicio como denunciante por unas palizas que le habían propinado lxs carcelerxs un año antes. Así como a Sannah Cadiri muerta el pasado año en la cárcel de Brieva supuestamente ahorcada, aunque un carcelero confesó que se le había dado una paliza. A Manuel Fernández, fallecido en la prisión de Albocasser; su muerte se catalogo como “muerte subita” aunque tenia evidentes marcas de violencia y se negó a la familia la posibilidad de una segunda autopsia. Y tantas otras personas muertas en todos los centros de exterminio (cárceles, CIES, calabozos…).
Gracias también a Manuel Noguera “Lolo”, a Alfonso Miguel Codón, a David Rojas… por sus relatos, asi como a todes aquelles que han compartido su experiencia anonimamente. Vuestras palabras nos llena de dolor y rabia pero, lejos de hundirnos en la soledad y el aislamiento, nuestros lazos se hacen más fuertes cada día. Gracias también a todes aquelles compas con quien mantenemos contacto pero no han salido reflejadas sus palabras. Y enviamos nuestro cariño a todxs lxs que seguís ahí dentro resistiendo. Vuestra lucha siempre será nuestra lucha.
Invitamos a todo el mundo a reflexionar, a compartir y a seguir rompiendo el silencio ante tanta crueldad e impunidad. ¡Feliz campaña contra la desatención médica y las muertes en prisión y abajo todos los muros!