Desde hace ya un tiempo, la situación legal y laboral de las empleadas del hogar es bien conocida por una amplia capa de la población. Y es que en los últimos meses se han producido dos hechos, no sin gran esfuerzo de muchas trabajadoras afectadas, que han puesto el foco sobre el sector. Por un lado, la ratificación del Convenio 189 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), y por otro, la aprobación de un nuevo régimen laboral para las empleadas del hogar que incluye en derecho a cotizar por desempleo y pone límites al llamado “despido por desistimiento”. Sin embargo, esta reforma, mantiene a estas trabajadoras en un régimen especial de la Seguridad Social y no pone fin al régimen de interna, dos reivindicaciones clave del colectivo. Además, se calcula que hay al menos 70 mil empleadas del hogar en situación irregular a las que estas reformas no ayudarán por culpa de la Ley de Extranjería. Como se puede ver, las medidas tomadas por el Gobierno y el Congreso son, como siempre, insuficientes.
La CNT-AIT Sierra de Madrid no es ajena a este modelo de explotación laboral. Una de nuestras compañeras sufre desde hace meses el desamparo y la desprotección del Estado frente a los abusos de su empleadora. Infracotización a la Seguridad Social, pagos en B, trato degradante y un total desprecio hacia su situación son algunas de los abusos que ha tenido que soportar durante este tiempo. Por si esto fuera poco, la impunidad de su empleadora es bochornosa. Dado el carácter especial del puesto laboral que ocupa nuestra compañera, el espacio para la organización y la acción sindical es muy reducido. La denuncia y la presión pública quedan peligrosamente limitadas por la ley al tratarse la parte empleadora de un particular y no una empresa, arriesgándose el sindicato y la trabajadora a un nivel de represión desproporcionado. Además, las consecuencias legales (en forma de multas, indemnizaciones, etc.) a las que se arriesga la parte contratante son ridículas comparadas con el daño causado a la trabajadora. Y es que, como individuos, las trabajadoras del hogar se encuentran aisladas y desprotegidas en su lugar de trabajo.
Desde este sindicato no dejaremos de exigir la inmediata regularización de las condiciones tanto salariales como contractuales de nuestra compañera, y el cese inmediato de las amenazas de la empleadora, que hasta ahora no ha tenido ninguna intención de resolver la desagradable y perniciosa situación de la que ella misma lleva sacando partido mucho tiempo. Y queremos recordarle también, una vez más, que tomaremos las medidas de carácter sindical y judicial que estimemos oportunas para garantizar la defensa y protección de nuestra compañera. Su impunidad y sus amenazas no nos frenarán.
Frente a la explotación y los abusos, vengan de donde vengan, ¡organización y anarcosindicalismo!
CNT-AIT Sierra de Madrid.